Mujeres artistas

En el mundo del Arte la mujer ha sido uno de los temas principales de representación, pudiéndose rastrear su presencia desde las Venus paleolíticas hasta las iconografías más actuales de los artistas contemporáneos. Su presencia ha sido variable, y en determinadas épocas ha tenido diversos valores: así, las primeras representaciones se mostraban como símbolos de la fecundidad, para posteriormente representar a divinidades y sacerdotisas, santas y mártires de la tradición cristiana, figuras alegóricas, retratos del poder, desnudos eróticos, femme fatale, etc.
Sin embargo, frente a esta presencia tan apabullante de la mujer en el arte, ¿Cuántas mujeres artistas conocemos? ¿Es el arte un mundo exclusivo de hombres? Por supuesto, la respuesta es negativa. Si bien es cierto que tradicionalmente las mujeres han gozado de un menor reconocimiento por parte de la historiografía tradicional, no es menos cierto que las mujeres han ejercido un importante papel en la Historia del Arte, ya sea como mecenas de las artes o como artistas.

Como promotora de construcciones y mecenas de las artes, en gran medida las mujeres han quedado a la sombra de sus esposos, padres o hermanos (aunque no por ello no dejaron de mostrar su control, especialmente sobre sus maridos). No obstante, existen numerosos casos de mujeres que lograron imponerse y demostrar sus capacidades de liderazgo y mecenazgo. Quizás uno de los ejemplos más antiguos sería Artemisia de Caria, quien ordenó erigir el monumental Mausoleo de Halicarnaso en recuerdo de su difunto marido, o Cleopatra VII quien puso en jaque a los grandes líderes de Roma y ordenó la construcción de numerosos templos egipcios; otros referentes serían las reinas Leonor de Aquitania, Isabel de Castilla o Catalina la Grande, por citar algunos de los casos más conocidos. Igualmente, junto a estos casos de alta alcurnia, existen numerosos casos de protectoras de las artes en mujeres vinculadas al mundo religioso o incluso viudas (pues, en ambos casos, lograban su libertad al no depender de varón y poder emplear sus recursos económicos a su disposición).

Entre las mujeres artistas ocurre algo parecido. El número de artistas hombres reconocidos es, como mucho, muy superior al de las mujeres. Ello se debe a que tradicionalmente el arte ha sido considerado como un trabajo manual, vinculado a los gremios artesanales y, por tanto, limitado a los hombres. Las mujeres no podían realizar dicha actividad y si alguna de ellas lo hacía era debido a su parentesco con otros artistas, ejerciendo su labor generalmente a escondidas (muchos de los conventos de clausura de nuestro país contienen un gran número de pinturas realizadas por las propias religiosas).
No obstante, la Historia del Arte está plagada de mujeres que lograron liberarse del yugo masculino y ejercer su labor más o menos “abiertamente”; así podríamos citar el caso de Sofonisba Anguissola (la primera mujer pintora con éxito del Renacimiento y que fue maestra de pintura de las hijas de Felipe II), Artemisia Gentileschi (hija del pintor barroco Orazio Gentileschi, máxima difusora del caravaggismo), la escultura Luisa Roldán “La Roldana” (hija del sevillano Pedro Roldán y quien realizó numerosas obras que fueron firmadas por su marido -un artista mediocre-, y que llegaría a ser escultora de cámara del rey Carlos II de España) o Berthe Morisot (pintora impresionista y cuñada de Édouard Manet). 


Esta situación cambia a partir del siglo XX (y muy especialmente a partir de los movimientos feministas de los años 60), lo que que daría como consecuencia la plena incorporación de la mujer al Arte. Entre otras mujeres, se podría citar a Tamara de Lempicka, Frida Kahlo, Lousie Bourgeois, María Blanchard, Maruja Mallo, Georgia O’Keeffe, y un largo etcétera.
En el caso de la provincia de Jaén, el número de mujeres es igualmente extenso, pudiéndose citar a Teresa Almagro, Carmen Bermúdez Melero, Ángeles Millán, Dolores Montijano, Inca Quesada Bayona, Valle Galera, Laura Calatrava, Natividad Jiménez, María García “Magar”, Teresa Ortega… Igualmente, la ciudad de Úbeda es un importante foco de creatividad, pudiendo rastrear la labor de mujeres como Ana Cano Campos, Celia Ferreiro, Ángeles Agrela, Noni Trillo, Cristina Lucas, Nuria Castro, Esther Moreno, Carmen de la Cruz, Hanna Quevedo…

Entre los ejemplos más veteranos podríamos citar a Ana Cano Campos (1931), mujer de gran inquietud artística, desarrollando diversas labores en el campo de la literatura, interpretación dramática, del diseño de moda y de la pintura. En este último caso, empieza a desarrollar su actividad en la década de los ’80, iniciándose de forma aficionada y posteriormente realizando numerosas exposiciones de pinturas al óleo. Igualmente, es ilustradora de varios libros de prosa y versos. 

Si bien no desarrolla su actividad en Úbeda, podríamos mencionar a Celia Ferreiro (1931). Trasladada a Lugo siendo niña, pasa posteriormente a Madrid en donde recibe su formación (ampliando sus estudios artísticos posteriormente en París y Londres). Ha expuesto en numerosas ocasiones, pudiendo localizar su obra en el Centro de Arte “Reina Sofía” de Madrid, así como en el Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife.

Por su reconocimiento nacional e internacional destaca la figura de Ángeles Agrela (1966). Formada en la Universidad de Granada (donde reside en la actualidad), complementaría sus estudios en Nápoles, La Habana y Berlín. Se trata de una artista polivalente que se dedica a la pintura, fotografía, vídeo, dibujo... trabajando mediante series dentro de una temática concreta, dedicando capítulos a una línea argumental, dentro de un estilo expresionista.


Residente en nuestra ciudad, Noni Trillo se inicia en la pintura en la Escuela de Artes y Oficios de Úbeda, siendo socia fundadora y presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos “Atenea XXI”. Ha creado un taller en Úbeda donde imparte clases de pintura a artistas jóvenes. Fundamentalmente su obra se compone de óleos sobre lienzo en los que representan paisajes de distinto tipo, con una pincelada muy pastosa y colores saturados.

Ya hicimos mención recientemente a la obra de Cristina Lucas (1973), si bien existen numerosas artistas jóvenes en nuestra ciudad a la que podemos referir. Así, hablar de Mª Esther Moreno Martínez (1974), licenciada y doctora en Bellas Artes por la Universidad de Granada, que complementa su formación con diversos másters sobre diseño y pintura. En la actualidad trabaja en el estudio de interiores de la Empresa “Muebles Trinidad” de Úbeda, destacando especialmente por el diseño de lámparas y objetos lumínicos realizadas en resina; dentro de su trabajo como diseñadora, es frecuente la participación de la autora realizando labores de pintura mural dentro de la decoración de sus interiores. De forma ocasional ha realizado diversas piezas escultóricas, empleando nuevos materiales como el alambre de hierro y la resina de poliéster (precisamente el estudio de este último material fue desarrollado en su tesis doctoral).


Otro ejemplo sería Nuria Castro Martos (1974), artista especializada en diferentes disciplinas, mezclando el grabado y la pintura con las nuevas tecnologías, la música y el videoarte, practicando así mismo el diseño de moda. Como ella misma declara, «pienso que no importa el soporte que se utilice como vehículo de la inspiración, lo importante es que ésta fluya libremente a través del espíritu y sea éste el que se manifieste como parte del "Gran Espíritu del Universo"».

Aunque malagueña de nacimiento, Isabel Cabello (1976) es ubetense de adopción por su matrimonio con Enrique Moreno (con quien comparte actividad laboral). Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Granada, tras trabajar durante años en diversas empresas en puestos de alta responsabilidad como diseñadora web y gráfica, inicia su propio proyecto en 2009 consolidándose con la creación del Estudio de Diseño “ICStudio / Isabel Cabello Studio S.L.L.”. Desde julio de 2012, es la Presidenta de la “Asociación de Profesionales de las Artes Visuales de Úbeda y Baeza”, surgida para defender y luchar por los intereses de las empresas de base creativa. Simultáneamente desarrolla obra y participa en exposiciones de pintura y actividades creativas.

Carmen de la Cruz Albacete “dlacruzcarmen” (1967) se forma en la Escuela de Artes “Casa de las Torres” de Úbeda en la especialidad de Cerámica y Ebanistería, para posteriormente estudiar el Grado Superior de Artes Aplicadas de Escultura en la Escuela “Gaspar Becerra” de Baeza. Fue socia-trabajadora de la empresa de artesanía “Productos manufacturados Cartón-Art”, especializada en la creación de piezas y esculturas de cartón piedra. Su obra pictórica se puede incluir dentro de la tendencia del figurativismo abstracto, pero con una importante carga de la tradición clásica (apareciendo recuerdos de la obra de Modigliani, Tarsila do Amaral o incluso Miguel Ángel) y muy especialmente de las vanguardias históricas del siglo XX, especialmente del Cubismo y del Surrealismo.


Josefa Salas Vilar (1976) realiza el Bachillerato Artístico en la Escuela de Arte de Úbeda (donde también se diplomaría como Técnico de Grabado y Estampación), licenciándose más tarde en Bellas Artes en la Universidad de Granada. Su producción está muy marcada por la sinestesia (la percepción de las sensaciones con diferentes sentidos): lo que para algunas personas puede ser considerado una atrofia, para Josefa es una fuente de creación artística, una inspiración. Su temática es siempre personal, relacionada con la visión del ser humano tanto externa como interna (los recuerdos, la psicología, la percepción de los paisajes u otras personas, del entorno y de la sociedad), elementos que son plasmados en su obra mediante una gama cromática muy diversa y llena de simbolismo. Actualmente reside en Hannover (Alemania), donde sigue su formación académica y prepara su tesis doctoral.

Hanna Quevedo (1980) es hija del pintor Álvaro Quevedo, siendo una fotógrafa ‘freelance’ que comenzó su carrera en el año 2000, tras abandonar sus estudios en Filología Hispánica y estudiar Publicidad y Relaciones Públicas (carrera que finalizaría en México). Posteriormente marcha a Colorado (EE.UU.), asentándose definitivamente en San Francisco en 2007, ciudad donde reside en la actualidad dedicándose al fotoperiodismo, labor que compagina con la fotografía artística.


Como ven, tan sólo una serie de nombres ubetenses dentro de un gran ramillete de mujeres artistas… ¡y hay muchas más!

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